

Taking Flight
Season 2 Episode 2 | 1h 18mVideo has Closed Captions
Ana struggles to come up with a clothing design for an airline.
When the designers are commissioned to design clothing for an airline, Ana struggles to come up with an idea. When Pedro tells a big lie, he might push Rita into Adolfo’s arms for good.

Taking Flight
Season 2 Episode 2 | 1h 18mVideo has Closed Captions
When the designers are commissioned to design clothing for an airline, Ana struggles to come up with an idea. When Pedro tells a big lie, he might push Rita into Adolfo’s arms for good.
How to Watch Velvet
Velvet is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Alberto ha vuelto de su viaje de novios.
¨Qué piensas hacer?
-Es el momento de pisar esas galerías y conocer a mi hijo.
-No es un paso sencillo de dar.
Tómate el tiempo que necesites.
-Gracias a la intermediación de Carlos, las Galerías Velvet van a tener el honor de diseñar los nuevos uniformes de Aerolíneas Airsa.
-Agradecemos mucho tu interés, pero no lo vamos a aceptar.
-No lo entiendes.
Ya tenemos un compromiso cerrado.
-Voy a Madrid porque estoy enamorado de la mujer de mi vida.
Se llama Rita, Rita Montesinos.
[risas] -Ya has llegao.
-Rita, yo no puedo esperar más.
Yo... -Pedro, ¨no?
-¨Te acuerdas de Adolfo?
-Bueno, yo no, yo no quiero... No quiero interrumpir porque tengo que llamar a Rosa Mari.
-Creo que tú y yo teníamos algo pendiente.
Sé exactamente lo que las mujeres como tú necesitan.
Así que ¨para qué perder más tiempo?
-Estás nerviosa, y eso te está provocando el retraso.
Y como tienes un retraso, te estás poniendo más nerviosa todavía.
Lo que tienes que hacer es relajarte.
Relájate por favor, Clara.
-No sabía que ahora eras médico.
-Tenemos que hablar, Clara Montesinos -Que no estoy embarazada.
-¨En serio?
-La verdad es que Carlos es muy simpático, pero me da mucho miedo llevarme otra decepción.
No quiero hacerme ilusiones.
Me lo he pasado muy bien esta noche.
-Para eso están los amigos.
-Creo que no vamos a poder ser amigos.
-Menos mal que has sabido improvisar.
-No he improvisado, Alberto.
Estoy conociendo a otra persona.
-Lo sé todo, Raúl.
¨Pensaste que no nos íbamos a enterar?
no.
-¨Esto es cierto?
-La denuncia sí, el plagio -!
Raúl!
¨Qué ha pasado?
¨Dónde estás?
-La jugada perfecta de tu hermano.
-No seas injusto.
Es Raúl el que lleva arrastrando el tema del plagio durante mucho tiempo y... -¨Cómo sabes lo del plagio si yo acabo de enterarme?
¨Cuándo te lo dijo?
-El día de la boda.
-Llevas dos semanas mintiéndome a la cara.
-No.
-Sé lo que estáis pensando, pero no puedo seguir así.
El luto es como una losa y no va a devolverme a mi Juan.
-Luisa, está preciosa.
-Hasta ahora no lo había entendido.
A usted la ahogan los prejuicios, por eso no pienso mover pieza.
Lo hará usted.
-¨Ya se ha ido todo el mundo?
-Solo quedamos tú y yo.
-Eres la mujer más valiente y más testaruda que he conocido.
Sería inútil intentar detenerte, así que prefiero ponerme a tu lado.
-He estado pensando en todo lo que ha pasado esta tarde.
Tienes que ayudarme.
-Isabel, ten mucho cuidado.
Hazme caso.
-Me lo debes.
Dame solo la dirección.
[♪ música alegre] [golpes en la puerta] [apertura de puerta] -¨Qué pasa, Elvira?
-Señora, siento mucho despertarla, pero es que hay alguien que desea verla.
-Pero a estas horas, ¨quién?
-No lo sé, no quiere decirme quién es.
[♪ música suave] -Hola, Gloria.
Soy yo, Isabel.
Bonita casa.
-Lo siento, pero no sé quién es usted.
Así que si no le importa... -Claro que lo sabes.
De hecho, cada vez que veas la cara de Alberto, posiblemente te acuerdes de aquella mujer a la que robasteis su hijo y arruinasteis en Cuba.
-Yo no tuve nada que ver con eso.
-Tú sabías todo... ...y aun así decidiste callarte.
¨No te parece suficiente?
-¨A qué has venido?
-A poner las cosas en orden.
-Ah.
¨Y no te parece que es demasiado tarde ya?
Que Alberto es un hombre sensible, que se ha formado una imagen idílica de su madre.
¨Qué crees tú que pensará cuando descubra que lo abandonaste nada más nacer y que llevas años sin preocuparte por él?
-Yo no lo abandoné.
Su padre me lo arrebató porque quería estar contigo.
Yo era su mujer y lo sigo siendo.
¨Sabes lo que eso significa?
¨Verdad?
Que soy la viuda de Rafael.
Que todo esto me pertenece.
-¨Qué quieres?
-La felicidad de mi hijo.
Y eso no te incluye a ti.
-Si crees que me voy a callar y que me voy a marchar, es que no tienes ni idea de quién soy.
Sal de mi casa.
-Sal tú de la vida de mi hijo.
Y de la mía.
O si no, vas a tener que explicar a todo el mundo lo que sucedió, Gloria.
Buenas noches.
[♪ música suave] [♪ música suave] [♪ música suave] [♪ música suave] [♪ música suave] [♪ música suave] [♪ música suave] [portazo] [tarareo] [golpes en la puerta] -Un momento, por favor.
-Buenos días.
-La madre que... ¨No le he dicho que espere un momento?
-Unos calzones muy bonitos.
Esto, esta entrada no es en vano, ¨eh?
Le he, le he traído un regalo.
-¨Le importa, le importa si me visto?
Es una manía que tengo, ¨sabe?, recibir a la gente vestido.
-No sea aguafiestas, por favor, don Emilio.
-¨Qué?
¨Esto qué es?
[Pedro balbucea] ¨Cómo?
[balbuceos] ¨Cómo dice?
-Pues las Salchichas.
Salchichas gordas.
-Ah.
-Es que a usted le gusta mucho la morcilla.
Esto es un poquito más soso que la morcilla, pero vuelta y vuelta a la parrilla están muy ricas.
-No ha tenido por qué molestarse, Pedro.
Muchas gracias.
-Si es que no es ninguna molestia.
Si es que si, si Rita me pide, me pidió, me pidió un regalo también.
Quería una foto con Manolito y me la hice y la traje, pero no sé si se la voy a dar.
No, yo creo que no se la voy a dar, porque yo tenía muchísimas ganas de verla.
¨Se acuerda que estuve con usted en la, en la verbena?
¨Que la vi?
Estaba bailando, pero no estaba bailando sola.
Estaba bailando con un chico.
No era feo, era guapo.
Alto, rudo muy fuerte.
Muy, muy alemán.
Vaya.
Yo he visto muchos alemanes en Alemania.
En Alemania hay así de alemanes.
Yo le he, yo le he traído la foto.
No se, no se la voy a dar.
O sea, no sé si se la voy a dar, porque está bailando con un chico rudo, algo fuerte.
No... ¨Qué hago?
-Pedro, primero fueron unos churros.
Ahora, unas salchichas.
La próxima vez que quiera contarme sus cuitas amorosas, ¨le importa que elija yo el menú, algo menos indigesto?
¨Pero qué, qué es lo que espera usted de mí?
Pedro, por favor.
¨Eh?
-Realmente, que me ayude, don Emilio.
Porque es que, es que siempre sus consejos me han servido de mucho, entonces... -En esto no hay consejos que valgan, Pedro.
En su asunto con Rita, solo usted tiene la palabra Usted o el alemán ese.
Y ahora, si me permite.
Hmm.
[tarareo] [balbuceo] ¨Qué pasa?
-Que tiene usted una cara de felicidad que no la tenía cuando yo me fui a Alemania, ¨eh?
-Claro, precisamente la que me produce el volverle a ver a usted en su puesto, a usted y a sus salchichas.
Hágame el favor, Pedro.
Hágame el favor, ¨eh?
No se lleve las salchichas.
[♪ música suave] [portazo] [♪ música suave] -Qué día más bonito, ¨no?
¨Más zumo?
-No.
[suspiro] -Lo siento.
Ojalá pudiera volver atrás, pero no puedo.
Alberto, por favor.
Nuestro primer día de casados aquí ha sido un desastre.
No dejemos que haya más.
Mira.
Lo de Raúl me dolió a mí más que a nadie, créeme.
E l es mi amigo de toda la vida.
Yo fui quien le trajo aquí de alguna manera, y ahora siento que le he echado.
No eres el único que está sufriendo con esto.
-¨Por qué no me dijiste nada?
¨Por qué he sido el último en enterarme?
-Porque no quería arruinar el día de nuestra boda ni nuestra luna de miel.
-Pues yo necesito que estés a mi lado, Cristina.
Pase lo que pase, tome las decisiones que tome, da igual.
Aunque parezca una locura, pero necesito saber que vas a estar a mi lado.
- Voy a estar a tu lado.
Estoy a tu lado.
-¨Aunque tenga que ponerme en contra de tu familia?
-Tu eres mi familia.
-Ven.
-Perdón.
Por favor, dime que tienes 15 minutos antes de irte a trabajar.
-Tengo una reunión.
No puedo.
-Por favor.
¨Hmm?
-Quince minutos.
-Gracias.
[♪ música suave] -Buenos días.
-Alberto.
-Es un hombre prometido el que acaba de entrar por esa puerta.
-Es un hombre feliz.
Falsa alarma, Clara no está embarazada.
-No me digas.
¨No hay boda?
-Por supuesto que no hay boda.
¨Qué tal con Cristina?
-Bien, bien.
Mateo, te voy a decir una cosa.
Voy a lanzar esa colección de uniformes como si estuvieran diseñados por el mismísimo Christian Dior.
-Esa es la actitud.
!
Esa es la actitud!
No lo olvides cuando nos enfrentemos con Enrique.
[♪ música suave] -¨Has desayunado?
Puedo pedir que te suban algo de comer.
-No, Enrique.
No me has traído aquí para desayunar.
-Siempre has sido un hombre directo.
-En mi trabajo no está bien visto dar rodeos.
-Muy bien.
Necesito que en toda esta historia de los diseños de los uniformes seas un apoyo para Alberto.
-¨Un apoyo?
Enrique, te conozco.
Tú no quieres un apoyo.
Tú quieres un espía.
[risilla] -No tenemos tiempo que perder.
Y entre tú y yo, Alberto no es ese brillante hombre de empresa que todo el mundo cree.
Y hablando del rey de Roma.
-El mismo.
Carlos.
-Alberto, buenos días.
-Buenos días.
-Buenos días, señores.
-Enrique, he estado dándole vueltas y hay dos personas que harían muy bien este trabajo.
Y además se adecúan a nuestro presupuesto.
En dos semanas tendríamos los bocetos.
-Y qué tal en dos días?
-¨Dos días?
Eso es imposible.
-Convencer a la compañía de que fueran las galerías las que se ocuparan de su nueva imagen no fue tarea fácil.
Así que no tenemos margen, ni de tiempo ni de error.
-Airsa es una compañía de primera categoría, no se conformarán con cualquier cosa.
No podemos decepcionarles.
-Alberto, mi jefe es un hombre muy ocupado.
Necesita ver algo.
-La reunión es dentro de tres días.
Esperábamos que quisierais un primer encuentro.
-A esta gente se la seduce y se la convence desde el primer momento.
Si no, el acuerdo corre peligro.
Y eso es algo que no nos podemos permitir, obviamente.
-Claro, y supongo que tampoco nos podemos permitir contratar otro diseñador, ¨verdad?
-Y no hay ningún profesional que aceptara trabajar en esas condiciones, nadie.
Ni siquiera tendría dos días para hacer bocetos.
-Y por eso tenemos a Carlos con nosotros.
¨Quién mejor que él para saber lo que desea la compañía?
haré lo que esté en mi mano para ayudar.
-¨A nosotros o a él?
-Todavía estamos con lo de los dos bandos.
a, Alberto, que has empezado muy bien la reunión.
No la estropees.
[timbre telefónico] Carlos, gracias por venir.
-Gracias a ti.
-Carlos.
-Señores.
[portazo] [crujido] [portazo] -Hay que reconocer que ese desgraciado tiene talento.
En menos de dos minutos nos ha arruinado el espíritu.
-Quiere hundirme.
Enrique quiere hundirme y yo no se lo voy a permitir.
-¨Y qué vamos a hacer?
-Utilizar el mismo arma que él nos ha dado.
Carlos, espera.
Me gustaría que nos dieras toda la información que pudiéramos necesitar para hacer los diseños.
El estilo de la compañía, código de colores, líneas.
Lo que pudiéramos necesitar.
-Las medidas de las azafatas también si quieres.
-Voto a favor.
-Bien.
[risas] -Estoy aquí para ayudaros, os cuento lo que queráis.
-Por favor.
-Os advierto de que puede llevarnos un buen rato.
-Tenemos todo el día, Carlos.
Vamos.
[timbre] -Mateo.
[♪ música suave] ¨Problemas?
-Nada que no pueda solucionar una noche contigo.
-Pues precisamente de esta noche quería hablarte.
-¨Hmm?
-He pensado que a lo mejor podíamos pasarla en tu casa.
-¨En mi casa?
-Sí, en tu casa.
Que me imagino que estaremos más cómodos que aquí.
¨No?
-Clara, mi casa es un desastre.
-Ya, bueno, pero tiene cocina y podemos desayunar.
-Cocina sí, comida nunca.
-Y supongo que tienes un baño no compartido y un salón.
-Si te digo la verdad, no sé a qué viene tanto desprecio por tu habitación.
Es pequeña, sí, pero tiene encanto.
Muchísimo encanto.
¨Cuánta gente puede presumir de vivir en el mismísimo epicentro de la moda y el glamour de este país?
-Demasiada.
No sé, Mateo.
Es que por una noche me gustaría tener un poco más de intimidad contigo.
¨Puede ser?
-Tengo que entrar.
Lo hablamos luego.
-Ana, ¨tú sabes dónde está Rita?
-No.
-¨No?
Bueno, dile cuando la veas que quiero hablar con ella.
-Vale.
-Gracias.
-!
Qué viva la verbena, qué viva San Antonio!
-Bueno, ¨tú vienes ahora?
-Sh.
Bueno, más vale tarde que nunca.
-¨Se puede saber dónde estabas?
-Pues, por ahí.
!
Ay, mis pies!
-Madre, esto no está bien, ¨eh?
-Esta está mejor que quiere.
-Bueno, ¨habéis visto amanecer desde el Palacio Real?
-No.
Pero tú hoy lo has visto doble.
-Y en compañía.
-Sí.
-Bueno, y tú con el piloto.
Es tan guapo.
-Normal, bien.
-¨Bien?
-Bien.
Bastante bien.
Bueno... Ay, no sé.
Llevo tantos años con Alberto que se me hace todo muy raro.
Y, y, y sí, me besó.
-!
Ah!
-!
Qué!
-!
Qué viva San Antonio!
-Oye, cállate la boca.
Baja la voz.
-A mí Adolfo me agarró el culo bailando, pero da igual.
-¨Y os vio Pedro?
-Ese ni siente ni padece.
-¨Y Adolfo?
-Pues no sé, porque me trata como una reina y como si fuera la única mujer en el mundo.
Y, y lo pasamos en grande.
-¨Y?
-Y nada más.
-En cinco minutos, las quiero a todas en el taller.
-Uf, qué bien.
Estoy empezando.
-Ay, no, no, no, no, no.
-!
Al baño, al baño, al baño!
!
Dale, dale!
-Sí, Sí.
Oye, Te estaba buscando tu hermana y se fue por allí.
-¨Y a esta qué le pasa?
a Blanca que la trae loca con tanto encargo todo el día, corriendo como pollo sin cabeza.
¨Tú qué llevas ahí?
-Nada.
Bueno, sí, sí, sí llevo.
Son tonterías.
Que no me quería venir con las manos vacías desde Alemania.
Chicos, os he traído un-unos regalos, unos detalles.
No, no, no... Bueno.
Es mostaza, para los chicos.
Toma, dáselo a Manolo.
Y os he traído una jarra de cerveza para las mujeres.
Sé que esto no es muy de chicas.
Pero, si le ponéis flores, esto de florero queda fenomenal.
Toma, dáselo a Laura.
-Muchas gracias.
-De nada, disfrutad.
-Gracias.
-Hasta luego.
No bebáis mucho, que si no... -¨Y la foto?
¨Qué foto?
-De Manolito.
Me prometiste que os haríais una.
-Es que se me ha, se me ha olvidado.
Se ha me olvidado, [inaudible].
Y lo siento, de verdad.
Pero es que tenía en la cabeza 1000 cosas y no... -A mil.
-Pero, bueno, te he traído una, una jarra de cerveza.
No se parece mucho a Manolito, pero... Bueno.
-La jarrita.
Clara.
-Ay.
-Que te estaba buscando.
-¨Y eso?
-Me lo ha regalado Pedro.
Oye, ¨y tú qué tal has dormido?
La prima Mariola se quejaba mucho de la espalda en el embarazo.
-Ya, pero es que la prima Mariola estaba embarazada de ocho meses, y yo resulta que ni siquiera estoy embarazada.
-¨Y a qué esperabas para decírmelo?
-Pues, hija, para eso te estaba buscando.
Es que me enteré anoche.
-¨Y yo qué hago?
¨Me alegro o me pongo triste?
-Alégrate, alégrate, que tienes tiempo de sobra para ser tía.
[risas] -Bueno.
¨Y a Mateo qué tal le ha sentao?
-Pues quiere ir a celebrarlo esta noche, así que tú imagínate.
-¨Sí?
Oh, bueno.
-He pensado que podía cocinarle algo en su casa.
¨Qué tal?
-¨Qué?
¨Cocinar tú?
-Bueno, ¨qué?
No he cocinado nunca, pero tampoco tiene que ser tan difícil meter algo en el horno.
Yo qué sé, un pollo, una merluza o... !
Una rata!
!
Rita!
Una rata, una rata gigante se ha metido debajo de ahí.
Ahí, mira, mira.
De ese mueble, mira.
-¨Se puede saber qué pasa?
-Mi hermana que ha visto una rata.
-¨Una rata?
Hmm.
Lo que nos faltaba.
[♪ música alegre] -Perdón.
Ah, Maximiliano.
-Lo siento, no sé lo que me pasa.
-Que tienes mucho que aprender.
Esta noche a las 22:00, y no te retrases.
-Ah, doña Blanca.
-Don Emilio, buenos días.
-Bueno, en realidad no tan buenos.
Una rata.
-¨Perdón?
-Ah, Clara ha dicho que ha visto una rata.
Seguramente se tratará de un ratón minúsculo, pero... -Vamos a reunir al personal.
-Me parece muy bien.
Presten atención, por favor.
!
Silencio, por favor.
Se preguntarán ustedes por qué les hemos reunido aquí.
Bien, parece ser que podría darse la posibilidad de que hubiese... -Hay ratas, hay ratas gigantes.
-Señorita Clara, muchísimas gracias por su tranquilizadora colaboración, ¨hmm?
Seguramente se trata de un pequeño ratón.
Aquí nunca ha habido... Nunca ha habido ratas.
De cualquier manera, conviene tener los ojos bien abiertos.
-Sí, no podemos permitir que ese animal entre en el taller.
Podría acabar con todo el género.
-¨Y qué pretenden que hagamos si lo vemos?
-Guardar la calma y avisar a las personas responsables.
-A los responsables.
Como ya sabrán, Pedro se ha incorporado a su puesto.
Bien, él se encargará de dar caza al roedor.
Y no estará solo.
Adolfo, de mantenimiento, le acompañará en la misión.
¨Hmm?
Confío en ustedes.
Suerte, suerte.
Y a la rata.
Doña Blanca.
[♪ música alegre] [carraspeo] -Qué asco de vida.
-Patricia, ¨has visto a Emilio?
-No, ¨quiere que mande alguien a buscarle?
-Ya no hace falta.
-¨Ha pasado algo?
-Ahora no.
Isabel está en Madrid.
Usted lo sabía y no me ha dicho nada.
-¨Habría cambiado en algo su reacción?
r tranquila,sta Isabel solo busca lo mejor para su hijo.
-¨Lo mejor para su hijo?
Esa mujer lo único que busca es arruinarme la vida.
Quiero que se vuelva inmediatamente a Cuba.
Encárguese de ello.
-Lo siento, señora.
-Cómo dice?
-Ha oído perfectamente lo que le he dicho.
Isabel no se va a ir a no ser que ella lo decida.
Yo no controlo su vida, ni la de ella ni la de nadie.
Prometí fidelidad a la familia Márquez y la he cumplido.
Y la cumpliré en todo aquello que esté en mi mano.
Con su permiso, señora.
-Este es el de la señora Gutiérrez.
-Muy bien.
-Perdone.
-¨Sí?
-Estoy buscando a Emilio López.
He quedado con él.
-¨Está buscando a mi tío?
-¨Tú eres Ana?
-Sí.
-Dios mío, !
Ana!
[risas] !
Ay, Ana!
Perdona, es que es como si te conociera, porque tu tío me ha hablado tantísimo de ti.
-No me diga.
-Sí, todo cosas buenas, ¨eh?
Bueno, tú sabes que él es muy serio y lleva esa cara de acelga, pero... Pero es que en el fondo es todo corazón.
-Y una caja de sorpresas, porque nunca me dijo que tuviera una amiga.
-Bueno, sí.
Acabo de llegar ahora a España.
Llevaba muchos años en Cuba.
-¨Conoces las galerías?
-Un poquito.
Son increíbles.
¨Sabes que yo era modista?
-¨Ah, sí?
-Sí.
Bueno, una nunca deja de serlo.
-Pues si le parece, vamos a buscar a mi tío y pasamos por los talleres y se los enseño.
Son los mejores de todo Madrid.
-Maravilloso, vamos.
-Sí, por aquí.
-!
Qué emoción!
Gracias.
-Este es el salón donde recibimos a los clientes Y cuando son muy especiales, también les probamos aquí la ropa.
-Espléndido.
-¨Verdad?
-Sí.
-Y este es el taller de costura.
Las máquinas... -!
Hola!
-...piezas de corte, planchas, todas las telas.
-Hmm.
¨Estás cosiendo el ojal a mano?
-Sí.
-¨No quieres probar con la máquina?
-Siempre hemos cosido los ojales a mano.
-Es seda, ¨no?
Claro, pero con esta tela, lo puedes hacer perfectamente igual con la máquina.
Verás.
Déjame.
Te enseño.
Es facilísimo.
¨Queréis verlo?
Es muy fácil, ¨eh?
-¨Y esta quién es?
-Una amiga de mi tío.
-Es estéticamente igual... ...pero muchísimo más rápido.
-Se puede saber qué está pasando aquí?
-Perdón, lo siento.
Estaba enseñándoles cómo quedan los ojales hechos a máquina.
Quedan impecables, ¨eh?
-En este taller siempre se han hecho los ojales a mano.
Es tradición y así seguirá siendo.
pero se puede ir muchísimo más deprisa.
-¨Se puede saber quién es usted y qué hace en mi taller?
-Elena.
Es Elen... Elena, una vieja amiga.
Estábamos visitando las galerías, ha habido un pequeño descuido.
Pero, en fin, ya nos vamos.
-¨No, Elena?
-Sí, sí, sí.
Nos vamos.
¨Es usted doña Blanca?
-Mjm.
-Le felicito por este taller maravilloso y por estas chicas con tantísimo talento.
Cuídelas.
-Gracias.
-El bolso.
-Ay, gracias.
[risilla] -Doña Blanca.
-Adiós, buenos días.
-Buenos días.
[risillas] ¨Y ustedes de qué se ríen?
!
A trabajar!
-¨Pero cómo se te ocurre meterte en el taller, mujer?
-Emilio, a mí me da lo mismo.
Ahí dentro no me conoce nadie.
Me hacía ilusión que Ana me enseñara los talleres.
Por cierto, doña Blanca es un poco estirada, ¨no?
Tu sobrina es una preciosidad.
Me ha parecido un encanto.
-Isabel.
!
Isabel, escúchame!
Si piensas seguir adelante con todo esto, tienes que hacerlo con muchísimo cuidado.
Gloria ha venido a verme y no te lo va a poner nada fácil.
-Esa señora no puede hacer nada.
Cualquier movimiento que haga en mi contra sería como reconocer que existo.
Y eso le arruinaría.
-Con todo y con eso, es una mujer complicada.
Es... -Hola.
-Hola.
Emilio, ¨qué hacemos aquí hablando en medio de la calle?
¨Por qué no cenamos esta noche juntos?
-¨Paso a recogerte a eso de las 21:00?
-Sí.
-Hmm.
[portazo] Pedro.
-¨Y esa son-sonrisita nueva, don Emilio?
-Pedro, no me agote la paciencia por favor.
-Usted puede negar lo que quiera, pero yo, yo soy una tumba.
-Hmm.
-¨Lo sabe?
Cuéntemelo.
-¨Se puede saber qué está haciendo aquí?
-Le estoy poniendo un poquito de queso [inaudible] al cepo.
Yo pienso cazar a la rata, ¨eh?
Iba a coger a Adolfo en los... !
Ay!
-¨Qué le pasa?
-Ah.
!
Uh!
-Si tuviese la cabeza donde tiene que tenerla, no metería la mano donde no debe.
Esto de la rata es muy importante.
Imagínese que se cuela en las galerías.
O imagínese que lo ve una clienta.
Quieto, quieto, quieto.
Estese quieto.
-No.
Ay, me ha castigado Dios.
Es que la rata no va a subir a las galerías, ¨eh?
Vamos.
Usted no confía en mí, pero yo, yo pienso cazar a la rata como que me llamo Pedro.
-Póngase a ello, Pedro.
Y no hable más, que habla usted demasiado, ¨eh?
!
Y céntrese!
Demuéstreme que he hecho bien en confiar en usted.
¨Eh?
-No le fallaré.
El cepo.
-El cepo.
[♪ música alegre] -¨Nadie te ha dicho que está muy feo entrar en los sitios sin llamar?
-¨Y a ti nadie te ha dicho que esto es tan mío como tuyo?
-Me encanta cuando te pones a la defensiva.
-Me alegro mucho, porque a partir de ahora vas a verme mucho por aquí.
Vengo a decirte que esta es mi última semana como dependienta.
Enrique, ¨me estás escuchando?
[♪ música alegre] Yo no soy tu mujer.
-De eso ya me había dado cuenta, créeme.
Mjm.
[♪ música alegre] -¨Hola?
[timbre] !
Sorpresa!
-Una hija tiene que pasar tiempo con su padre, y una mujer con su esposo.
Hola, Patricia.
-Hola, Bárbara.
-Sh, sh.
No la toques que se acaba de dormir.
-Perdón.
Estás radiante, cielo.
-Gracias.
Y por eso mismo, ¨no crees que debería tener ropa nueva?
-Sí, no puede llevar estos vestidos.
Y no porque no pueda, porque estás estupenda, pero es que son de otra temporada.
-!
Y necesito tantos vestidos!
-Ya.
-Oye, ¨tú no eras dependienta?
-¨Hmm?
-Siempre me ha parecido sí.fascinante que accedieras a hacer algo a Pero ahora también me vas a resultar útil.
Seguro que tú puedes venderme algo.
Y además así te llevas la comisión.
-¨Así que venías a verme a mí?
-Bueno, a ti y a tu cartera.
-No te preocupes, yo me encargo de todo.
¨Vamos?
-Por favor.
[♪ música alegre] -¨Has visto a Alberto?
¨Sabes dónde está?
-Espero que por su bien esté reunido.
Hoy no hemos parado.
-¨Va todo bien?
-Sí, sí, sí.
Fenomenal.
-Ya.
Yo mejor me voy de compras, ¨no?
Adiós.
[♪ música alegre] -Aquí tiene el listado de encargos.
Y todos estos también.
-Han escogido ustedes muy bien, señoras.
-Es todo para ella, doña Blanca.
Cosas de mi marido, ¨qué le vamos a hacer?
-Avisaré para que traigan lo que falta.
-Y yo voy a pedir que me envuelvan los complementos y los manden a casa de Enrique.
-¨Sabes la dirección?
-Bueno, es el dueño de las galerías.
No será complicado encontrarla.
-No, no, no, no.
A ver, chicas.
Esto tiene que ir más ajustado.
Dentro de dos semanas, habré perdido el medio kilo que me sobra.
Bueno, Cristina, qué bien se te ve.
En breve tendrás que darle un primo a Lourditas.
-Ay, no sé.
Es pronto todavía.
-Como si tuvieras otra cosa que hacer.
-Bueno, es que no hemos tenido un noviazgo convencional, y Alberto, pues, quiere que le dediquemos más tiempo a disfrutar de la vida en pareja.
-Alberto es un hombre de empresa.
Parece mentira que no lo sepas.
Tu padre es así, tu hermano es así.
Y ellos no entienden de la vida en pareja.
Su vida es esto.
!
No, no, no!
Esto tiene que ir más ajustado.
Cuando digo: "Más ajustado", es más ajustado, ¨hmm?
De aquí... !
Ah!
-Perdone, señorita Bárbara.
Que, que se me ha escurrío.
-Además nosotras ya hemos acabado.
¨Verdad?
-Sí.
-Sí, muchas gracias, chicas.
Bárbara, te espero fuera.
-¨Se me ha escurrío?
[inaudible] -Bueno, y ella una insoportable.
La tenía que haber clavado una de hacer punto, ¨o no?
-Sí.
-Ya está.
-Y las chaquetas siempre lo más entalladas posible.
-Hay que resaltar la figura de las azafatas.
-Los clientes lo agradecerán, eso seguro.
-A ver, por recapitular.
La paleta de colores me queda clara.
El corte tiene que tener un equilibrio entre la sobriedad masculina y la elegancia femenina.
Sin olvidarnos de la comodidad.
-Son muchas horas de pie.
-Líneas dinámicas.
Sencillas y ligeras.
Tejidos resistentes.
¨Estamos de acuerdo?
-Correcto.
-Entonces estamos de acuerdo.
[risas] Muchas gracias, Carlos.
-Os pediré que os manden los diseños antiguos.
-Muy bien.
-Ha sido un placer.
Ya hablaremos de esos posibles descuentos en los billetes.
-Mientras yo sea el piloto, dalo por hecho.
Señores.
-Hasta luego.
-No parece mal tipo.
-Sí, ya he visto que vosotros dos os estáis haciendo buenos amigos.
-Alberto yo te quiero mucho más a ti.
No hace falta que te pongas a la defensiva.
-Ahora en serio, Mateo, cuidado con confiar tan pronto.
Recuerda que viene de la mano de Enrique.
No te lo digo por... -Recuerda que estás casado con su hermana.
No te lo digo por... [risa] -Está muy guapa.
-La verdad es que no parece ni ella.
-Ana, han traído esto para ti.
-Maximiliano, no me entretenga a las chicas que tenemos mucho que hacer.
-Si quiere, puedo entretenerla a usted.
ntes de subir, recoja los maniquíes del almacén.
Y no se olvide de organizar las cajas de los pedidos de perfumería y zapatería.
Ah, y recoja también los maniquíes de arriba y bájelos.
Supongo que así no le quedará mucho tiempo de andar entreteniendo a nadie, ¨verdad?
-A brela.
ela, por Dios!r -!
Pero qué pesadas!
Sois muy cotillas.
-Bueno, venga.
Es del piloto, tú solo sonríes así con el piloto.
-Pues sí, me recoge a las 21:00.
-!
Uh!
-Oye, qué bien nos lo pasamos ayer las tres.
-Sí.
-Pues sí.
Bueno, yo dudo que Luisa se acuerde de algo.
-Ay, mira qué graciosa.
-Oye, ¨a ti qué te pasaba que estabas eufórica?
-¨Pues qué me pasaba?
Que nunca bebo, hombre.
-Doña Blanca, ¨podría hablar con todos ustedes por favor?
-Claro, faltaría más.
Señoritas, dejen lo que están haciendo.
-Como todas ustedes saben, en Galerías Velvet empezamos un nuevo proyecto.
Trabajaremos para Airsa, confeccionando sus nuevos trajes de azafatas.
Para ello, vamos a necesitar su talento, señoritas.
Cada una de ustedes tendrá que preparar un boceto con un diseño.
Lamentablemente, solo podremos escoger uno.
-Necesitamos ropa elegante, pero cómoda.
El personal de vuelo no solo representa una marca, también una manera de vivir.
Rigor, profesionalidad, confianza.
-Sabemos que es un reto que no es fácil.
Solo alguien valiente podría aceptarlo.
-Pero ¨y entonces los pedidos?
-Los pedidos tendrán que esperar, Doña Blanca.
Tienen hasta mediodía para preparar sus diseños.
-Muchas gracias.
Suerte, señoritas.
Hasta luego.
-Ya lo han oído, a trabajar.
-Yo no sé dibujar.
[♪ música suave] [inaudible] -Todo está en marcha, Mateo, todo.
Y te voy a decir una cosa.
No sabes lo que voy a disfrutar cuando lo de Airsa sea un éxito y pueda callarle la boca a Enrique.
-Cerrar esa boca sería un milagro.
-Uf.
-Hablando de milagros, necesito que me eches una mano con Clara.
-Claro.
-Se ha empeñado en venir a mi casa.
-¨Cómo?
Pero entonces... -Sí, sí.
Lo sé, lo sé.
Lo sé, lo sé, lo sé.
El problema lo tengo claro.
Lo único que necesito es la solución.
[risa] ¨De qué te ríes?
-De que tarde o temprano esto iba a pasar, Mateo.
-¨Y qué quieres que haga?
-Dile la verdad, cuéntaselo.
-No, no, no.
La verdad solo trae problemas.
Lo único que necesito es otro lugar al que llevarla.
Ya está.
-Ya sabes que mi casa es imposible.
-Algún sitio encontraré.
-Se acabó el tiempo, señoritas.
Recuerden poner su nombre y sus apellidos en el boceto por detrás.
¨No ha oído a don Alberto?
Todo el mundo tiene que entregar su propuesta.
-Lo siento, doña Blanca.
No se me ha ocurrido nada.
[suspiro] -Rita.
-Un segundo.
-Solo falta usted.
-Es que me falta por retocar una sombra de aquí.
-Está perfecto.
-Y darle un poco más de color.
Si me deja... Menudo churro me ha salido.
-¨Y el tuyo?
No nos lo has enseñao, pécora.
-No valía mucho, no te creas.
-Sí, claro.
Seguro que era el mejor y acabas trabajando con don Alberto.
-Súbale esto a Clara y que se lo entregue a don Alberto enseguida.
-Esto ya es tarea de Pedro.
-Soy yo quien dice lo que es tarea de cada uno.
-¨Y cuál es mi tarea entonces?
-Subir esto ahora mismo.
-¨Y después?
-Se lo diré más tarde.
[tintineo] -¨Y eso?
-Las llaves de mi casa.
Esta noche tenemos una cita.
¨Y esa cara?
-Bueno, porque pensé que te ibas a echar atrás.
Dudo que hayas llevado a muchas chicas a tu casa.
-Clara, estoy decidido a demostrarte que de verdad me importas.
[apertura de puerta] -Buenas tardes.
-Nos vemos esta noche.
[tintineo] no serán las llaves de tu apartamento.
-Las llaves de un apartamento del amigo de un amigo.
[susurrando] Esta noche estreno casa.
-No tienes remedio, Mateo.
[apertura de puerta] -Disculpen.
Maximiliano ha traído de parte de doña Blanca estos bocetos -Los bocetos.
Gracias, Clara.
¨Estás preparado?
-Más que nunca.
-No.
El segundo tampoco.
No.
¨Están todos?
-Este era el último.
-Falta el de alguien.
-¨Crees que es buena idea?
[suspiro] -Toma, anda.
[apertura de puerta] -Perdón.
-!
Don Alberto!
Dos minutos antes y le enseñó las vergu enzas.
-Lo siento.
¨Podemos hablar un momento a solas, por favor?
-Yo ya me iba a... Me iba.
-Gracias.
Siento haber entrado así.
¨Por qué no has presentado ninguno de tus bocetos para los uniformes?
-Porque ninguno era lo suficientemente bueno.
-Lo siento, pero no te creo.
¨Por qué no lo has presentado?
-¨De verdad me lo preguntas?
-Sí.
-Trabajar tú y yo juntos sería cuanto menos complicado.
-Mira, sé que no estoy en una buena situación para decir esto, pero te prometo que no va a pasar nada.
-Alberto, que no se deja de querer de un día para otro.
Que yo tengo que luchar todos los días por olvidarme de ti.
Trabajar contigo solamente lo pondría todo en riesgo.
-En riesgo la relación con tu novio.
-Todo.
Que ya he sufrido bastante.
-Mira, Ana, te he visto diseñar desde que eras muy pequeña, y tienes mucho talento, eres muy buena.
Y esto es una gran oportunidad para ti.
¨Por qué no lo aprovechas?
-Déjame que lo piense un par de días.
-No, no tengo tanto tiempo, como máximo hasta esta noche.
-Ah, ¨y esto va a ser así?
Tú mandas y yo obedezco.
-¨Eso es un sí?
Entonces aceptas.
, como máximo hasta mañana por la mañana.
-Alberto.
No te prometo nada.
[portazo] [golpes en la puerta] -¨Sí?
[apertura de puerta] -Hola.
-Hola.
-¨Puedo pasar?
-Mjm.
Adelante, cuéntamelo.
-Alberto me ha pedido que le ayude a diseñar los uniformes.
-Y por tu cara deduzco que no, no le has dado una respuesta.
-Para mí, diseñar una línea de estas galerías sería un sueño.
-¨Y te parece poco motivo para aceptar?
-Es que está todo tan reciente... ...que no sé si puedo trabajar con él.
No debo.
-Alberto te lo ha ofrecido porque sabe que eres la mejor que tiene.
Nada más.
-¨Y si hay algo más?
¨Y si me lo ha ofrecido como algo más personal?
-Si no lo aceptas, eres tú la que está mezclando lo personal con lo profesional.
No él.
¨Hmm?
Ah.
[♪ música suave] -Como vea esto doña Blanca le da un infarto.
-Pues yo no puedo hacer más, así que que lo haga tu novio Adolfo.
-¨Mi novio?
-Hombre, sois novios Adolfo y tú, ¨no?
, Pedro,es no lo sé porque estas cosas del amor son muy difíciles de definir, ¨sabes?
-¨Has dicho: "Del amor"?
-Sí.
-Mjm.
-A ti te pasará igual con Rosa Mari, ¨no?
-Ah, pues Rosa Mari y yo... Pues no, no me, no me pasa.
No, porque no tonteamos.
No como tú y Adolfo, ¨no?
-Pero tú quién te crees que soy yo?
Yo no voy tonteando por ahí, Pedro.
Que lo nuestro es muy serio.
-Más serio es lo mío, que tenemos un hijo en común.
-Ya lo sé, ya lo sé.
Si sois la familia feliz.
No os falta más que casaros, ¨eh?
¨Os vais a casar?
Con razón te quedaste tú más días allí.
-Sí, ¨hay algún problema?
-No, no, no.
Problema ninguno.
Que me alegro muchísimo.
-Pues muchísimas gracias.
-!
Pues qué vivan los novios!
-Pues qué vivan.
-Ah, Pedro.
¨Hay alguna novedad?
-Sí, hay novedades.
Me voy a casar con Rosa Mari.
Yo tengo una boquita, don Emilio.
Es que todo era para saber si Adolfo está de novio con, con Rita.
-La rata, Pedro.
Preguntaba si hay alguna novedad con respecto a la rata.
-No, no lo hay.
-No.
-Pero la va a haber.
Adolfo me habrá quitado a Rita, pero yo cazo a la rata como que me llamo Pedro Infan... -Emilio.
-Don Emilio.
-Pedro, la rata.
¨Hmm?
¨Qué haces aquí?
Yo quedé en ir a buscarte al hotel, ¨no?
-Ay, no seas antiguo, Emilio.
-No.
-Vámonos.
-Vámonos.
Hmm.
-¨Estás lista?
-Dame dos minutos.
-OK. -Buenas noches.
[timbre] -[inaudible].
-¨Qué haces aquí?
-Hola.
He venido a buscarte para llevarte a cenar.
Nos están esperando al salir.
-Mejor lo dejamos para otra ocasión.
Cristina, no he tenido un buen día hoy.
-Alberto, no te enfades.
He invitado a Enrique, a Patricia... Sí, tenéis que enterrar el hacha de guerra, por favor.
Además, ha venido Bárbara.
-Cristina.
-Vamos a intentarlo.
Vamos a intentar pasarlo bien.
Por favor, mi amor.
¨Hmm?
-De acuerdo.
Gracias.
[timbre] -No me espere para cenar.
¨Madre?
-Me acuerdo del año en que aprendiste a nadar.
Te pasabas ahí las horas.
Y yo aquí mirándote saltar, bucear.
Eras incansable.
-¨Y este ataque de nostalgia?
-Será que hoy no es un día cualquiera.
Voy a poner a tu nombre todos los bienes que me legó tu padre, Patricia.
[♪ música suave] Tu padre dejó esta carta en el despacho el día que... [♪ música suave] La cogí antes de que llegara la policía.
-Alberto, la culpa ha podido conmigo.
Tienes que saber que tu madre sigue viva.
Sé que ahora te resultará difícil de creer.
Pero si te mentí, fue porque creí que era lo mejor.
Sé que haciendo esto me revelo como un cobarde, pero es lo que soy.
Espero que algún día puedas perdonarme.
Adiós, hijo.
-Esa mujer sigue viva y está en Madrid... .y quiere robarnos todo lo que es nuestro.
-¨Pero qué estás diciendo?
-Que mi matrimonio con tu padre no es válido, Patricia.
Que nunca lo anuló.
E l nunca anuló su primer matrimonio.
Simplemente abandonó a esa mujer en Cuba y se vino con Alberto.
la verdadcubrí toda cuando ya estaba casada con él y estaba embarazada de ti.
-¨Soy la hija de un matrimonio que no existe?
-¨Por qué crees que he callado todos estos años, cariño?
é crees que estoy dispuesta a renunciar a todo lo que es mío en tu favor?
Esa mujer no va a quedarse con nada de lo que es nuestro... ...porque ahora todo será tuyo.
-Perdón por el retraso.
-Ha merecido la pena, créeme.
[♪ música alegre] Vamos, Clara.
Está aquí al lado.
[♪ música alegre] Buenas, señor... -Qué seco, ¨no?
-Por gente como esta, no quería traerte aquí.
-¨Problemas con la llave?
-A veces se encasquilla un poco la verdad.
Tengo que cambiar.
Usted primero.
[♪ música alegre] Bienvenida a la residencia Ruiz Lagasca.
¨Qué te parece?
ueno, que empiezo a entender por qué decías que estábamos mejor en mi habitación.
-Es el piso de un soltero, ¨qué esperabas?
-¨Después de tanto misterio?
Algo mucho peor.
No sabes lo importante que es esto para mí.
-Para mí también.
-¨Te parece que vayas abriendo una botella de vino mientras yo voy al baño?
-Me parece perfecto.
-Mateo.
¨Mateo?
-¨Eh?
-El baño.
-Claro.
[risas] Voy a hacerte una ruta.
Pero antes del baño, vamos a ver un poquito la casa.
¨Te parece?
Mira.
Aquí tenemos el baño.
[risas] Quería que fueras al baño, luego ya te enseño la casa.
-Vale, gracias.
[portazo] ¨Tienes mucha hambre?
-Hmm.
Pues... Si te digo la verdad, no mucho.
No mucho.
Pero... ...un par de copas sí que me bebía.
Podemos ir a la tasca de abajo si te apetece.
[♪ música suave] -Quizá esto te abra un poco el apetito.
[♪ música suave] Uy.
[♪ música suave] -Buenas noches.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
-Buenas noches, señor Márquez.
-Buenas noches.
Bárbara.
-Alberto, cómo estás?
-No tan bien como tú.
Cualquiera diría que acabas de ser madre.
-Pues todo el mérito es mío.
-Buenas noches.
-Buenas noches, señorita.
-Siento llegar tarde.
ricia, -Pat qué sorpresa, qué haces aquí?
-La he invitado yo.
-Y yo no he sabido negarme.
-¨Y por qué te ibas a negar?
Puede que ahora seas una trabajadora, pero eres una más.
-Bueno, exactamente una más no... -¨Nos sentamos?
-Sí.
-Bien.
-Barbara, ven.
-¨A qué has venido?
-A cenar.
Primer plato, segundo plato y postre.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
Mesa a nombre de Carlos A lvarez.
-¨A lvarez?
-A lvarez.
Hace que no me conoce, pero le contraté yo.
Quería el mejor método para la mejor clienta.
-Síganme.
[♪ música suave] -Muchas gracias.
[♪ música suave] No.
Eh, no... Que no es que no me guste la mesa, pero que quizás si estuviéramos más cerca de la cocina.
Yo mañana es que me levanto muy pronto, y a lo mejor allí nos dan primero de cenar.
-Claro, mandé a poner la mesa ahí precisamente por eso.
-Por supuesto, síganme.
-Perdón.
-Te vas a quedar ciega de tanto mirar la carta.
-Es que no quiero que se me escape nada.
-Lo interesante lo tienes delante.
-Qué bien huelen.
Se nota que cuidan todos los detalles aquí, ¨eh?
-Claro.
-Voy a echar otro vistazo, porque todavía no tengo muy claro qué pedir.
-No hace falta, me han recomendado los fusilli con trufa blanca.
O los canelones a la Fiorentina.
-Cualquiera de los dos estará bien.
-Si quieres, puedo entrar y amenazar al cocinero.
-Perfecto.
-Ana.
No sé dónde tienes la cabeza, pero está claro que no es en el [inaudible].
-Perdóname, Carlos.
Tienes razón.
No estoy acostumbrada a sitios tan elegantes y me he puesto nerviosa.
-Escúchame.
Estás preciosa.
¨Eh?
Así que relájate y no hay motivos para no disfrutar de esta cena.
Mira, te voy a contar una cosa.
Aunque no te lo vas a creer, pero... Voy a trabajar mano a mano con las galerías en los nuevos uniformes Airsa.
-Pero si tú eres piloto.
zco a Enrique Otegui.
Me pidió que sirviera de puente entre las dos empresas.
-No sabía que conocieras a los Otegui.
-Desde hace mucho tiempo.
Pero con quién voy a tener más relación es con el director.
-Con don Alberto.
-Sí.
-¨Qué te parece?
-¨Ana?
-Doña Cristina, doña Bárbara.
¨Cómo están?
-¨Cómo estás tú?
-Sí, ¨tú por aquí?
Qué tren de vida, ¨no?
-Doña Bárbara, me alegro de verla tan... -Tan estupenda, lo sé.
Me lo dice todo el mundo.
¨Y tú qué...?
¨Qué haces por aquí?
-He venido con... -¨Mateo?
¨Está aquí Mateo?
-Que Ana y Mateo ya no están juntos.
-¨Qué me dices?
-¨Has venido con tu nuevo novio?
-¨Nuevo novio?
-Sí, bueno, algo así.
-Bueno, chica.
Qué rapidez, ¨no?
[risa] ¨Qué?
No habrán pasado ni ¨dos semanas?
Lo debisteis dejar cuando Cristina estaba de luna de miel, ¨verdad?
-Bueno, Ana, que, que no te entretenemos más.
Pásalo Muy bien.
-Gracias.
-Y si puedes permitírtelo, pide los fusilli.
-Mjm.
-Son una delicia.
[murmullos] [risas] ños -Cómo van los dise de los uniformes?
¨Algo decente que nos puedas enseñar?
[risa] -Todo lo decente que se puede con el tiempo y el dinero que nos has dado.
-¨Se lo has contado ya?
-¨El qué?
-Tu hermana va a dejar de ser dependienta de las galerías.
-No sé.
No me habías dicho nada.
-Bueno, me dijiste que era una buena idea empezar desde abajo, y creo que va siendo hora de que suba algún escalón.
-Un escalón de seis pisos nada menos.
Tu hermana tiene mucho gusto.
Su opinión nos va a ser muy útil.
-Conozco a mi hermana.
-De hecho, creo que va siendo hora de que retiremos los modelos de Raúl de la Riva.
-Eso no ha sido idea tuya.
Aléjate de mi hermana, Enrique.
-Alberto, aunque no lo creas, soy capaz de velar por el interés de las galerías sin que nadie me influya.
-Tu hermana tiene razón.
Hay que mirar al futuro.
-¨Al futuro?
¨Colocando modelos pasados?
No.
¨Cuándo me lo ibas a decir?
-Es que no tengo por qué decírtelo.
Y lo estoy haciendo, considéralo un ge-gesto por mi parte.
, bueno, bueno, bueno.
Ni en 1 000 000 de años os imaginaríais a quien nos hemos encontrado.
-Ana.
-¨Quién?
-Anita rock and roll.
Una de las modistillas de las galerías.
Y no viene sola.
Al parecer, va de hombre rico en hombre rico.
-!
Bárbara, por favor!
-Tu hermana se ha empeñado en convencerme de que no es una cazafortunas.
Pero es más que evidente que esto demuestra lo contrario.
-Sí.
-¨Y sabéis con quién iba?
-No.
-¨Podemos volver a la cena?
[♪ música alegre] -¨Algún problema, Alberto?
-No.
Solo que creo que le dais bombo a algo que no tiene tanta importancia.
-[inaudible] el vino que me habían pedido.
-Por favor.
[♪ música alegre] -Esta noche, tú y yo salimos.
-Sí, claro, para que nos pille doña Blanca.
-Pero si doña Blanca está desaparecida.
Y tú tienes una cara, hija, que hay que animar.
-Esta cara no se anima ni, ni... Mira, ni se me ocurre cómo.
-Pero, bueno, Rita, tú estás fatal.
¨Qué pasa?
-[sollozando] Que Pedro se casa.
-¨Con Rosa Mari?
-Sí.
-!
Ay, mujer!
Mira con lo inseguro que es Pedro, seguro que le da un parraque y se arrepiente.
-No.
-Bueno, a ti te gustaba Adolfo, ¨no?
-Pues claro que me gusta.
Cómo no me va a gustar si está más bueno que las porras con chocolate.
-Pues eso.
-Pero es que Pedro es... ...Pedro.
-!
Ay!
ica, estoes, ch solo se arregla de una manera.
¨Eh?
-No de verdad que no.
Es que no voy a ir me lo pidas como me lo pidas, Luisa.
-Pero es que no te lo estoy pidiendo.
-Ay.
De verdad que últimamente no hay quien te reconozca.
¨Tú no te estarás pasando?
-Bueno, entonces nos animamos, ¨no?
Un poquito.
Un poquito.
-Un poquito.
Porque eres una pesada.
Una copa más y nos vamos.
-Sí, hombre.
No, una y las que hagan falta, Rita, que la vida hay que vivirla, hombre.
Ya está bien.
Que yo soy la reina de las calamidades.
Y mírame, feliz de la vida.
[risas] Así me gusta que te rías, hombre.
No sé, déjate llevar, mujer.
Sé libre.
Canta si hace falta.
[♪ música alegre] [canta en inglés] -Piensa que te va a ver todo el mundo.
-Ah, pues, mira.
Ya ves tú lo que me importa.
¨Sabes lo que te digo?
!
Que me oigan!
[canta en inglés] -Baja de ahí, por Dios.
[canta en inglés] -No sé si hemos empezado por el principio.
-El orden de factores no altera el producto, Clara.
-Pues entonces me toca cocinar.
[♪ música alegre] [suspiro] [♪ música alegre] -¨Quién eres tú?
¨Qué haces aquí?
-No.
Un momento.
¨Quién, quién eres tú?
-El inquilino.
El del apartamento.
-No, no.
El dueño me la ha alquilao a mí esta noche.
-¨Esto qué es?
¨El picadero más grande de todo Madrid?
-Has dicho algo?
-No, cielo.
Está todo bien, no.
He llegado yo antes.
-Y mi novia está a punto de... -La mía ya está dentro.
-Llevo un año y medio, un año y medio esperando este momento.
Juan.
-Enrique Otegui.
-Encantado.
-¨Casado?
-Bueno... -Qué falta de respeto.
Por favor.
Fuera, fuera.
[♪ música alegre] [risas] [♪ música suave] -Ahí está bien.
-Gracias.
[voces indistintas] [♪ música alegre] -¨Me disculpáis un momento?
[♪ música alegre] [quebrazón] [♪ música alegre] -¨Cómo puedes acordarte de detalles de hace 40 años?
-Por algo será, digo yo.
Hmm, hmm.
[risas] -Emilio, no sé si quiero volver de nuevo a Cuba.
-No tienes por qué hacerlo.
-Pensé que preferirías que volviera.
Es evidente que la situación con Gloria te incomoda.
-Sí, es cierto.
Es cierto, me incomoda, pero nada más.
Sin embargo, el hecho de no saber por qué has venido y precisamente ahora, me inquieta, y bastante.
-Sí lo sabes.
Me enteré de la boda de Alberto.
-Isabel, te conozco.
Por favor, dime la verdad.
-Emilio, estoy enferma.
Los médicos no saben cuánto tiempo de vida me queda.
-¨Qué te pasa?
-No me obligues a hablarte de esto, por favor.
[♪ música suave] -¨Y esto?
-Heridas de guerra.
-Anda, vístete antes de que se haga más tarde.
-También me podría quedar aquí... ...pasar la noche juntos.
-Yo duermo sola.
-Tienes razón.
Empieza a hacer frío aquí.
-No quiero que te lo tomes a mal.
-Es culpa mía.
He ido demasiado rápido.
-No lo entiendes.
No se trata de ir rápido o lento.
velocidad es lo de menos porque no vamos a ningún sitio.
Me gustaría que entendieras... ue nos lo pasamos muy bien juntos, pero... -Pero nada más.
Blanca, estamos de acuerdo.
-Bien.
No me gustaría que hubiera ningún malentendido.
-Ninguno en absoluto.
[♪ música suave] -Cuando pienso en ti... Porque sí, a veces pienso en ti.
no rodeada de vestidos, de maniquíes, todo lujo.
-Nada más lejos de la realidad.
Tendrías que ver nuestra habitación.
-Me parece bien.
-No, no, no.
!
No!
Buenas noches.
-Buenas noches.
Ana.
No sé qué te pasaba esta noche.
-Bueno... -No, no, no.
No te estoy pidiendo explicaciones, ¨eh?
Solo quiero que sepas que estoy aquí.
Para lo que necesites, estoy aquí.
No aspiro a solucionar todos tus problemas.
Eso es cosa tuya.
Pero si al menos puedo ayudarte a olvidarlos... sonrisa dibujar esa en tu cara que me vuelve loco, con esto me doy por satisfecho.
-Créeme que lo consigues.
Solo que a veces la vida pone las cosas muy difíciles.
-Ya.
Yo tampoco lo he tenido fácil.
Pero hay que ser fuerte, e ir a por todas.
Olvídate de lo demás.
Cree en ti.
Piensa en lo que quieres, y ve a por ello.
Y si puedes, llévame contigo.
[risa] [♪ música suave] -Gracias.
[♪ música suave] -Buenos días.
[♪ música suave] [habla en inglés] -Anda, calla, calla, calla.
-OK. -Rita, te lo pido de verdad.
Déjate ya con la bromita que bastante vergu enza voy a pasar hoy.
-Buenos días.
[Rita habla en inglés] Os estaba buscando.
Esta noche vamos a... [canta en inglés] ¨Y a esta qué le pasa?
-Esta, que menudo chorro de voz tiene.
Anoche dejó a todos en el [inaudible] con los ojos como platos.
-Pero ¨qué dices, hombre?
Qué exagerada.
Que no, que lo que quería era animar a esta.
-¨Y animarla por qué?
-Por Pedro, que se va a casar con la Rosa Mari.
-Ay, mal.
[grito] [jadeos] -Tampoco es para que os pongáis así.
-!
Que mira!
-!
Ay, qué asco!
-!
Ay!
Ay, por favor.
-¨Eso es la rata?
[♪ música alegre] -¨Qué?
-Nada.
-¨Tú?
-Nada.
-A lo mejor estáis buscando esto.
Y cuando digo "esto", quiero decir la rata.
o, pero si es una monada.
Pero ¨cómo haces esto, Rita?
-¨No os da vergu enza que tenga que ser yo, una pobre mujer joven, indefensa, la que captura a esta bestia?
Sois unos peleles, de verdad os lo digo.
Los hombres existís en la tierra porque tiene que haber de todo, pero no valéis para nada.
Anda, anda.
Largo de aquí, que no os quiero ni ver.
-Tú.
-Tú.
-Espera... ...Adolfo.
Que, que no me refería a ti, a lo de perderte de vista.
Que, que yo, si fuera por mí, te, te vería todo el rato.
Ya sé que todo el rato no puede ser, pero... -Os dejo solas.
-¨Tenías que interrumpir precisamente ahora?
-Muy bien, besándote con el de mantenimiento.
Pero lo mío es mejor.
o una nochesad de ensueño en casa de Mateo.
Ay.
Rita.
El pollo se me quemó, pero el desayuno lo hice muy bien.
Y he venido hasta las galerías dando un paseo que estaba como en una nube.
-¨Desde tan lejos?
-¨Pero qué dices si Mateo vive aquí al lado?
-Pero si vive en el barrio de San Camilo.
Que estoy harta de poner los envíos con las direcciones.
[♪ música alegre] -Buenos días, Clara.
Esto es para usted.
Creo que es lo único que faltó anoche.
-Preciosas.
[cachetada] Eres un cerdo.
-¨Se puede saber de qué se me acusa?
-La de anoche no era tu casa.
-No.
Clara, escúchame.
-No, no, no, no, no.
Es que solo te lo voy a preguntar una vez y espero que me digas la verdad, porque si no, voy a tener que poner esto sobre tu tumba.
¨Vives en el barrio de San Camilo?
-Sí.
[cachetada] -Buenos días.
¨Ha llegado alguno de los nuevos diseños de los uniformes?
-No.
-No.
[♪ música alegre] -¨Ana?
[♪ música alegre] Uf, confiaba que estuvieras aquí.
¨Son los bocetos?
-Los he hecho esta noche.
A ver qué te parecen.
Yo creo que hay cosas que cambiar, pero también hay alguna idea buena.
[♪ música alegre] -Pero esto es... -¨Es qué?
-Esto es... -¨Es qué?
¨Es qué?
[risa] -Déjame que lo vea bien.
Esto es increíble, Ana.
Me gusta mucho.
Esto es lo que estamos buscando.
Tiene estilo, tiene clase.
A ver.
Hay mucho trabajo por delante todavía, pero de partida está muy bien.
Enhorabuena.
-Gracias.
¨Tú crees que es buena idea que trabajemos juntos?
[♪ música alegre] -No sé, Ana.
Pero nosotros te necesitamos.
Además, somos adultos.
-Completamente.
-Y lo que ha pasado entre nosotros... -Lo pasado está y se puede empezar de cero.
-Borrón y cuenta nueva.
-Exacto.
Tú eres el director.
-Y tú la diseñadora de estas galerías.
-Encantada, señor director.
Soy Ana Rivera.
-Encantado.
[risas] [♪ música alegre] premura,Si las he citado con tanta es para comunicarles quién será la diseñadora de los nuevos uniformes de Airsa.
Ana Rivera.
A partir de mañana, quiero que Ana esté a mi entera disposición.
-Permiso.
-Ana, estás muy bien.
-Gracias.
Te gustan mis diseños, pero no te vale nada de lo que te propongo.
No entiendo nada.
-Yo lo único que estoy pidiendo es que sea elegante y que el presupuesto no se nos vaya de las manos.
-El nuevo diseñador está a punto de llegar y tenemos que bajar a recibirlo.
-¨Has contratado un nuevo diseñador sin consultármelo?
Esta no es tu casa, no puedes hacer y deshacer a tu antojo.
-Ya que vamos a trabajar juntos, podríamos tratarnos de tú.
-Preferiría no hacerlo.
-Clara ha descubierto que el apartamento al que fuimos no era mío.
-Se veía venir.
-La verdad, di la verdad.
-Mañana tú, yo y una habitación en el Cibeles.
-¨Vas a dormir con él?
-Y si lo fuera a hacer, ¨hay algún problema?
-Rita.
-¨Para qué me has llamado?
-Me gustaría aclarar las cosas definitivamente contigo, Isabel.
No hay nada que me puedas quitar.
¨Tú quién te has creído que eres?
-La dueña de todo.
-Yo trabajé con su padre.
-Cuénteme qué recuerda de él.
-Era capaz de cualquier sacrificio con tal de lograr sus sueños.
Dejando todo atrás, costara lo que costara.
-¨Qué es lo que pasa entre tú y mi mujer?
¨Te has propuesto convertirte en su nueva mejor amiga?
-Bárbara es una de las mujeres más suspicaces que conozco.
No queremos que se entere.
-Gracias por esta noche maravillosa.
-Gracias a ti.
Que me has venido a buscar, me has llevado a cenar a un restaurante precioso, y ahora me vuelves a traer.
-Y te beso antes de acostarme.